Este 30 de Abril tuve una cita con el orfanato Creación y Vida en Aguascalientes.
A pesar de no conocer a la encargada, mantuvimos comunicación por whatsApp y me paso la lista de los niños que ahí viven con el propósito de hacer un festejo sencillo por del día del niño. En la lista además de los nombres de cada uno, venía el número que calzan y su edad, así que emocionada prepare los pares de tenis que guarde para ellos envueltos para regalo.
Se llego el gran día y la tía Aby (así se llama la encargada del orfanato) me recibió con los brazos abiertos junto con 18 niños de distintas edades.
Varias personas me preguntan si tengo una fundación o de que se trata la campaña me pongo en tus zapatos.
Pero la verdad es que todo comenzó de forma inesperada y no es una fundación como tal.
Hace 4 años con ayuda de un amigo, él me consiguió una lista de niños que vivían en extrema pobreza... Nos conmovió tanto que, movida por esa nostalgia hice mi primer publicación en Facebook solicitando padrinos y madrinas puesto que la lista era aún más grande y yo sola no podía regalarles a todos. Sabía que necesitaba ayuda para poder regalar varios pares y ver más sonrisas en los niños. Estaba decidida a aportar mi granito de arena.
Y fue así como comenzó todo... Ahora las personas me buscan con listas para niños y es por eso que, yo busco padrinos y madrinas pero esto más allá de solo regalar, son regalos conscientes por eso el titulo "me pongo en tus zapatos" es a manera de reflexión una forma de honrar a todos los niños que sufren carencias y para nosotros es la oportunidad de compartir con ellos como muestra de empatía, de verdad entender un poco de lo que viven y regalarles más que un par de zapatos, una sonrisa.
Ver la alegría cuando abren los regalos no tiene precio, de verdad es un momento mágico que disfruto cada navidad y día del niño, por eso es que en mi deseo de compartirlo con los demás me atrevo a invitar a las personas a que también hagan sus donativos.
Confieso que este año en especial tuvo una connotación diferente, creí que era yo la que aportaba y les regalaba a esos niños carentes, sin embargo al final creo que no hay enseñanza más grande que la que ellos me brindaron, vivir alegres con lo poco que tienen, con lo mucho que son como humanos. Compartir momentos tan lindos a su lado, jugando de manera inocente, las sonrisas que compartimos me llevan a concluir que el mejor regalo que podemos obsequiar es nuestro tiempo y atención.
Gracias a todos los que formaron parte de esta linda experiencia como padrinos y madrinas